No juzgues tu dibujo. No pienses si eres buen o mal dibujante. No se trata de dibujar sino de conocer cómo miras lo que dibujas, analiza tu manera de dibujar. Piensa sólo en entender lo que dibujas y en conocerte a ti mismo como dibujante que eres. Sobre todo disfruta. Y si no sabes que dibujar, dibuja lo que tienes delante.