
No juzgues tu dibujo. No pienses si eres buen o mal dibujante. No se trata de dibujar sino de conocer cómo miras lo que dibujas, analiza tu manera de dibujar. Piensa sólo en entender lo que dibujas y en conocerte a ti mismo como dibujante que eres. Sobre todo disfruta. Y si no sabes que dibujar, dibuja lo que tienes delante.
Friday, 24 February 2012
Friday, 17 February 2012
Mi línea de hoy
Me puse a dibujar. No sabía qué. Fui pasando de cadena en cadena de tv hasta que apareció una cabeza suficientemente clara . Paré la imagen y me puse a dibujar. Como siempre no sabía por donde empezar así que empecé por marcar el tamaño de la cabeza.después marqué los ojos , nariz y boca. Cuando traté de dibujar los ojos, la nariz y la boca con más detalle, el tamaño de la cabeza me parecía verlo más pequeño y se ha reducido, como se ve en las líneas de la izquierda. He disfrutado.

Thursday, 16 February 2012
Sunday, 12 February 2012
Saturday, 11 February 2012
Monday, 6 February 2012
Sunday, 5 February 2012
Saturday, 4 February 2012
Aprender es igual en cualquier disciplina.
Este consejo está sacado de un página (todoarmonica.org) sobre cómo aprender a tocar la armónica. ¿Cómo aplicarlo al dibujo?
Consejo del día:
La mejor manera de abordar cualquier instrumento musical es a base de sesiones cortas pero con mucha frecuencia (un ejemplo: 2 sesiones de media hora casi todos los días). Permanecer tres, cuatro o más horas persiguiendo algo que no nos sale solo conseguirá fatigarnos, cansarnos y hasta hacernos perder el gusto. Tampoco sirve de mucho estar un día entero practicando para luego olvidarnos y dejarlo hasta el próximo mes. Recuerda: sesiones cortas, con música o ejercicios que nos agraden o que tengamos que mejorar, pero con frecuencia. Entre sesiones, incluso sin armónica podemos practicar tiempos, ritmos, etc...
Consejo del día:
La mejor manera de abordar cualquier instrumento musical es a base de sesiones cortas pero con mucha frecuencia (un ejemplo: 2 sesiones de media hora casi todos los días). Permanecer tres, cuatro o más horas persiguiendo algo que no nos sale solo conseguirá fatigarnos, cansarnos y hasta hacernos perder el gusto. Tampoco sirve de mucho estar un día entero practicando para luego olvidarnos y dejarlo hasta el próximo mes. Recuerda: sesiones cortas, con música o ejercicios que nos agraden o que tengamos que mejorar, pero con frecuencia. Entre sesiones, incluso sin armónica podemos practicar tiempos, ritmos, etc...